Bastante se puede decir del tereré, sus ingredientes, su origen, lo imprescindible que es para muchos y sobre todo, cuánto nos identifica. Particularmente, creo que son más las cosas que se dicen en las rondas de tereré, los debates que nacen, o el silencio, que también habla.
Sin embargo, lo más importante de todo es esa mano que se extiende refrescante del hombre a la mujer, del padre a los hijos, del abuelo al nieto, y al revés. Sin clases, sin géneros, sin edad, porque, más que nada, el tereré es un lazo.-
3 comentarios:
preciosa primera imagen, pasando el testigo. no lo he probado nunca, pero debe tener un sabor... espiritual!
muy lindas imagenes, emocionante porque trae lindos recuerdos de tantas rondas de terere!!!
Tomas excelentes !!!
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