lunes, 20 de agosto de 2012

Tajy Poty

La ciudad nos devora: el tráfico, la prisa, el cansancio, los horarios, un ritmo que no da pausa, una rutina que a veces no nos permite mirar, ver. Sin embargo, algo nos lleva, como tendiendo un puente, a otra ciudad posible.
"Oimene tajy poty pe cerro omopytamba. Oiméne hyakua porä opárupi ka'aguy”…Así canta y cuenta una conocida polca paraguaya, y no se equivoca, pero los lapachos también están aquí: abrazando a la ciudad.

1 lapachos

jueves, 29 de marzo de 2012

"Oro blanco"

Resuelve:

Don Torres sembró 2 hectáreas de algodón.
Para comprar las semillas se endeudó por 750.000 mil Gs y en insecticidas gastó 420.000 mil.

El rendimiento no fue el esperado. Solo alcanzó  800 Kg por hectárea y para recolectarlos  pagó a sus ayudantes 700 Gs por Kg. Don Torres mismo recolectó la mitad de todo con lo que ahorró un porcentaje.-

La paga que le ofrecen ahora es de 2.000mil Gs por cada kilo.

¿Cuánto gana? 
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jueves, 15 de marzo de 2012

La vida es un soplo

Son solamente cinco o seis niños, pero el aire se llena de burbujas. Estos pequeños Mbya-Guaraní les dan vida de un soplo y las siguen con los ojos y las manos hasta que estallan en un bautismo de gotitas y risas...

Los sueños de los niños son así: brotan a montones, transparentes, coloridos, volanderos, frágiles...

jueves, 19 de enero de 2012

Tereré jeré

Bastante se puede decir del tereré, sus ingredientes, su origen, lo imprescindible que es para muchos y sobre todo, cuánto nos identifica. Particularmente, creo que son más las cosas que se dicen en las rondas de tereré, los debates que nacen, o el silencio, que también habla.

Sin embargo, lo más importante de todo es esa mano que se extiende refrescante del hombre a la mujer, del padre a los hijos, del abuelo al nieto, y al revés. Sin clases, sin géneros, sin edad, porque, más que nada, el tereré es un lazo.-

jueves, 12 de enero de 2012

Asaje Pyte

Los rayos del sol caen a plomo sobre el pueblo volviéndolo invisible. El caserío no es más que una mancha opaca en los reflejos. La luz solar empaña los colores, aplasta los contornos, borra los horizontes, destiñe la comba azulada del cielo. El espacio se ha coagulado en la calina blanca. En esta ausencia de luz, por exceso de luz, como en la felicidad excesiva, la muerte no parece estar en ningún sitio. La vida tampoco.

"Madama Sui" Augusto Roa Bastos

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